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miércoles, 23 de septiembre de 2009

Cuerdas vocales, arma de seducción

Por Rocío Gaia.
EFE - REPORTAJES

El modo de hablar de una persona no sólo nos muestra sus emociones y estado de ánimo, además es un indicio de su capacidad de seducción.
Si los ojos son el espejo del alma, como reza el proverbio, la voz bien podría considerarse como uno de los mejores reflejos de la sexualidad y el atractivo de una persona, según se ha descubierto recientemente.
El catedrático de Lingüística de la Universidad de Sheffield, en el Reino Unido, Andrew Linn, y el ingeniero de sonido Shannon Harris, teclista del famoso cantante británico Rod Stewart, han elaborado una fórmula científica de una voz humana que puede considerarse perfecta y atractiva.
Para conseguirlo estos expertos han trabajado en conjunto y se han basado en el análisis del tono, la velocidad del habla y la cantidad de palabras por minuto, así como la frecuencia y la entonación que utilizan las mujeres y los hombres al expresarse verbalmente.
Linn y Harris desarrollaron su particular fórmula de la voz seductora en base al análisis de algunas voces muy populares en el mundo anglosajón y consideradas como atractivas para la mayoría de quienes las escuchan.
En concreto, trabajaron con los registros vocales de las actrices Judi Dench y Honor Blackman y los de los actores Jeremy Irons y Alan Rickman, las cuales habían sido votadas como las más atractivas en una encuesta previa realizada por la compañía de telefonía Post Office Telecom.
Según los autores de tan peculiar investigación, para resultar atractiva una persona debe pronunciar un máximo de 164 palabras por minuto y emitir pausas de 0,48 segundos entre las frases, las cuales han de expresarse con distinta entonación.
La entonación de la voz humana ideal debe ser de carácter decreciente, mientras que su frecuencia de sonido debe oscilar entre los 34,5 Hz (hercios o ciclos por segundo) y los 12,2 Hz, lo cual genera un tono agradable, que no es ni demasiado grave ni excesivamente agudo.
Asimismo, el trabajo de Linn y Harris muestra que características de la personalidad de quien se expresa, como son la seguridad en sí mismo y la confianza en las demás personas, influyen positivamente en su habla y en el atractivo de su voz.